Los aspirantes a profesores serán evaluados de idiomas y tecnologías

 

  • Wert mantiene que los maestros deban cursar Magisterio, en contra del criterio de Madrid

El Gobierno quiere implantar por primera vez pruebas específicas de lengua extranjera y de «competencia digital» durante la fase de oposición.

El Ministerio de Educación ha reabierto el viejo debate sobre el grado de preparación de los profesores, cuando aún están calientes los nefastos resultados del Informe Pisa y un día después de que el presidente madrileño, el popular Ignacio González, se mostrara partidario de que no haga falta estudiar Magisterio para ser maestro, sino que también pueda ejercer como tal un licenciado en otra carrera universitaria.

El departamento que dirige José Ignacio Wert remitió ayer por la mañana a los sindicatos un documento oficial, al que ha tenido acceso EL MUNDO, en el que viene a dar carpetazo a la propuesta de González. Expone que «para el ingreso en el cuerpo de maestros serán requisitos indispensables estar en posesión del título universitario de grado en Educación Infantil o de grado en Educación Primaria, y superar el correspondiente proceso selectivo». En otras palabras, para ser maestro no queda otra que estudiar Magisterio.

Eso sí, el texto da la razón a Madrid en otra de sus propuestas, que apostaba por primar la nota de la oposición frente a la experiencia. El Ministerio dice que, aunque se valorará la formación académica y la experiencia docente previa, «se dará relevancia a la puntuación que se obtenga en la oposición».

En el mismo documento, el Ministerio plantea también otros cambios de calado en el sistema de acceso a la carrera docente. Dice que, en la fase de oposición, los futuros docentes «deberán realizar una prueba de idioma extranjero en la que se acredite un adecuado nivel de dominio de las destrezas orales y escritas en el idioma correspondiente». Esta prueba no se ha hecho hasta ahora, salvo a los que quieren dar clases de idiomas, y la idea es que la pasen los maestros de infantil y primaria y los profesores de secundaria.

La otra novedad es que «la fase de oposición deberá permitir que se acredite por parte de todos los aspirantes una suficiente competencia digital, apropiada para la práctica docente», algo que tampoco se hace en la actualidad.

Adrián Vivas, presidente del sector nacional de Enseñanza del sindicato CSIF, considera que estas pruebas «son buenas para el sistema», pero pide al Ministerio que no se precipite porque «conllevarán cambiar los planes de estudios» y modificar todo el sistema de oposiciones.

También defiende que, para ejercer de maestro, haya que estudiar Magisterio, una carrera que enseña pedagogía, «la ciencia que explica cómo transmitir los conocimientos». «Uno puede saber muchísimo de una materia, pero, si no sabe transmitírsela a los alumnos, no sirve de nada», reflexiona.

Tras cinco meses sin contactos, Educación y los sindicatos se reunirán el martes que viene para hablar del Estatuto de la Función Pública Docente, un texto aún en fase inicial que regulará todo lo que tiene que ver con el profesorado, elemento decisivo para el éxito de los alumnos.

 

FUENTE EL MUNDO.ES