Sólo entre julio y agosto murieron 114 empleados durante su jornada laboral, 28 más -un 33% más- que en los mismos meses del año pasado
Este verano fue trágico para los trabajadores españoles. Entre julio y agosto murieron 114 empleados durante su jornada laboral, 28 más -un 33% más- que en los mismos meses del año pasado, según se desprende de la última estadística relativa a los accidentes de trabajo, publicada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondiente al mes de agosto.
Se trata de unas cifras que no pueden achacarse al mejor ritmo del mercado de trabajo, solo en parte, puesto que en lo que va de año las muertes han aumentado en total un 17%. En base a la estadística, en España este verano han muerto 114 personas mientras trabajaban, que ascienden a 134 si también se tienen en cuenta las fallecidas mientras se desplazaban hasta su puesto de trabajo o salían del mismo.
En los mismos meses de 2021, en cambio, fueron muchas menos: 86 las fallecidas mientras trabajaban, 107 si se incluyen las que murieron durante sus desplazamientos. Durante este ejercicio fueron respectivamente un 25% y un 33% más que en el anterior, aunque las razones no están del todo claras.
Si se atiende a las cifras de todo lo que va de año, las fallecidas durante su jornada han sido 450, frente a las 384 del año anterior, y las que murieron durante sus desplazamientos han sido 98, frente a las 83 de 2021. En total, son 548 muertos, 81 más que el año pasado, lo que ha hecho saltar las alarmas en los sindicatos.
No está claro cuántas fueron por calor
Lo que no está claro es cuántas de estas muertes estuvieron relacionadas con golpes de calor. En ese sentido, se ha pedido al Gobierno mejorar la estadística para poder llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo sobre esta causa. A la vez, ha pedido que Trabajo se siente a negociar con los sindicatos para elaborar un plan de siniestralidad laboral, y de nuevo ha pedido dotar a la Inspección de Trabajo de mayores recursos. La siniestralidad laboral está absolutamente desbocada desde hace muchos meses y asistimos a una inacción preocupante por parte de los poderes públicos.
Se prevé 820 muertes al cabo del año
Los representantes de los trabajadores llevan todo 2022 advirtiendo que, de no corregir el rumbo nos iríamos por encima de las 800 muertes al acabar el año, y nuevamente los datos de agosto no solo no revierten esta tendencia, sino que desgraciadamente la consolidan y refuerzan, superando la previsión las 820. Estamos hablando de un volumen de muertes absolutamente inasumible para una sociedad avanzada porque en la mayoría de los casos son fácilmente evitables.
Desde los sindicatos se percibe cierta dejación de funciones por parte de las empresas, que estarían haciendo lo mínimo para si viene una inspección, regresando a la prevención defensiva como si se tratase de un gasto superfluo. Insisten en que el Gobierno debería tomarse en serio la siniestralidad laboral, situando la prevención de riesgos laborales de una vez por todas entre sus principales prioridades.
Los accidentes del sector agrario aumentan un 116%
Sí se conoce, en cambio, en qué sectores han aumentado más los accidentes de trabajo mortales: el agrario ha visto un aumento del 116,5% en lo que va de año. Mientras, en la construcción se han incrementado un 29% y en la industria experimentan aumentos del 1,7%.
La misma estadística recoge asimismo un aumento de los accidentes laborales con baja del 14% frente al año pasado, que sobre todo se concentra entre personas asalariadas (14,6%, frente al 3% de los autónomos). Los graves aumentaron un 9%, mientras que los accidentes sin baja fueron un 0,7% más que en 2021.