Tras Angrois, la ministra de Fomento, Ana Pastor, informó al Congreso:“Todo está sometido a revisión”. El informe de más de 400 páginas que ultiman los expertos lo ratifica, y aunque comienza advirtiendo de que los intereses de cada parte del sector ferroviario pueden ser “en algunos casos contradictorios”, asegura que sus recomendaciones, muchas ya en implantación o estudio desde hace años y que ahora se pide agilizar, “son compartidas por todos los miembros”.
Los expertos comienzan planteando que las grandes obras sean “decisiones de Estado” con “un horizonte al menos de 25 años”. En la actual crisis creen necesario “replantearse” la extensión de la red de alta velocidad según su demanda. Por ello, apuestan por ir poniendo en servicio en ancho ibérico los tramos que se van acabando para rentabilizarlos con trenes de ancho variable que aprovechen ambos tipos de vías. También indican que “la vía doble no tiene que ser siempre y necesariamente la solución más adecuada en los tramos periféricos” de la red.
El informe duda de varias decisiones tomadas en los últimos años. Sobre el uso de vías de tres carriles, medida que se está implantando fundamentalmente en el Corredor Mediterráneo, el borrador, tras descartar una redacción en la que hablaba de “dudas de la fiabilidad”, limita esa solución a “corta distancia o soluciones a corto y medio plazo”.
En cuanto a la privatización, los expertos la defienden abiertamente en las mercancías, con la posibilidad de que empresas privadas gestionen no solo trenes sino líneas específicas que dejen de ser de interés general del Estado. La colaboración público-privada debería impulsar también, a su juicio, una decena de grandes plataformas logísticas. Para aumentar el transporte de mercancías, piden cánones de uso flexibles según las condiciones del mercado, con tarifas conjuntas con países limítrofes.
Pero en materia de viajeros la comisión advierte de que “existen muy pocas experiencias liberalizadoras de éxito”, por lo que considera “prudente no descartar el mantenimiento total o parcial del estatus actual”, con Renfe a la cabeza del sistema, por sus “buenos resultados” de viajeros que compensan “las relaciones deficitarias pero útiles socialmente”.
Los expertos también piden apoyo del Estado a la industria ferroviaria española de cara a su internacionalización, sugieren que las empresaspequeñas se asocien con las grandes, que se disminuyan los costes de mantenimiento o que se apueste por la I+D en materias como la seguridad y el incremento de la velocidad en trenes polivalentes.
FUENTE EL PAIS.COM