Escrivá insiste en la fortaleza del comportamiento de la ocupación y confía en que se mantenga el resto del año
El mercado laboral español parece seguir bastante ajeno al azote de la inflación e incluso a los elevados grados de incertidumbre y desabastecimiento generados por la guerra en Ucrania. Al menos así lo indican las cifras de afiliados a mediados de abril que arrojan una previsión de 188.000 nuevos cotizantes para final de mes (36.000 más en términos desestacionalizados).
Esta buena marcha de la afiliación ha llevado a que el registro haya alcanzado ya este mes su máximo histórico, superando por primera vez los 20 millones de cotizantes (20.058.000 en concreto) y manteniendo un fuerte ritmo de creación de empleo anual de en torno al 5%.
Ante las lógicas dudas existentes acerca de este buen comportamiento del mercado de trabajo en medio de las actuales circunstancias económicas y geopolíticas el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha sido tajante al presentar la marcha del registro de ocupación a mitad de abril: «Mis datos son inapelables en estos momentos», ha sentenciado.
Es más, Escrivá ha tirado de la serie histórica para recordar que los máximos anuales de afiliación suelen registrarse todos los años en el mes de julio (en términos sin corregir), por lo que «quedan claramente tres meses de datos ascendentes en la creación de empleo». Por ello, se ha mostrado confiado en que el año cierre con «varios cientos de miles» por encima de los 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social.
Preguntado por la leve desaceleración expermimentada por la creación de empleo respecto a las medias históricas o a los últimos meses del pasado año, Escrivá ha escogido un gráfico que muestra la media (ajustada) del empleo creado en el primer cuatrimestre del año respecto al último del año anterior entre 2016 y 2019 –«años de muchísimo dinamismo del empleo», ha dicho– y la ocupación generada en el primer cuatrimestre de 2022 en comparación con el cuarto de 2021, para mostrar que este año se han creado 230.000 nuevos empleos, por encima de la media de cada uno de esos años de la comparativa. Si bien, ha reconocido que, una vez que todos los sectores ya se sitúan por encima del nivel prepandemia, se normaliza el mercado de trabajo con creaciones muy altas de empleo pero no tan altas como cuando se estaba reconstituyendo la actividad.
Es cierto que, de todos estos cotizantes, algo más de 16.000 son trabajadores que están en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (denominados ETOP) o por fuerza mayor. Y a esta cifra habría que sumar una aún desconocida de entre un potencial de 20.000 que trabajan en agencias de viajes y que podrían adherirse a un ERTE del mecanismo Red recien activado para ellos. Asimismo, los perceptores de prestaciones y subsidios por prestaciones por desempleo también figuran como cotizantes al sistema.
Pero más allá de la cantidad del empleo que se está creando, los datos facilitados hoy por Escrivá llaman la atención por la continua mejora de la calidad de esta nueva ocupación. Así, la foto fija de los trabajadores entre 2015-2021 arroja unas medias de 68% de empleados con contrato fijo; 29% de temporales y 3%, de fijos discontinuos. Mientras que esa misma foto tras la entrada en vigor de la reforma laboral el 30 de diciembre pasado refleja un 73% de trabajadores indefinidos; un 23% de eventuales y un 4% de fijos discontinuos.
Además, junto a este cambio, Escrivá ha destacado una segunda vertiente positiva respecto a la mejora del empleo: la notable disminución del abuso en la rotación del empleo. Esto se observa en la reducción del peso de los contratos de hasta siete días de duración. Antes de la reforma estos contratos suponían alrededor del 70% de los nuevos, mientras que en cada uno de los meses de 2022 se ha estabilizado en el 30% de las nuevas contrataciones.
Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/04/21/economia/1650539645_327859.html