A pesar de la disminución registrada después de la reforma laboral, seguimos encabezando la lista en términos de proporción de empleados con contratos temporales.
La reforma laboral aprobada en 2021 ha permitido reducir la tasa de temporalidad en España del 26,4% en el segundo trimestre de 2019 al 17,4% en el mismo período de este año, según datos de Eurostat. Sin embargo, este descenso habría sido mucho mayor si la nueva normativa hubiera afectado al sector público, pero no ha mejorado nuestra posición en comparación con otros países de la Unión Europea.
Esto se refleja en el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, elaborado por Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados y publicado recientemente. Según este informe, España ocupa el tercer lugar en la UE en términos de tasa de temporalidad, solo superado por Portugal (con una tasa del 17,9% en el segundo trimestre de este año) y los Países Bajos (con un 27,7%).
La media de la Unión Europea se sitúa en un 14,6%, pero existen países con mercados laborales mucho más estables, como Lituania, donde solo el 1,9% de los trabajadores tiene un contrato temporal; Rumanía, con una tasa del 2,5%; Letonia (2,8%) o Bulgaria (3,4%). «España sigue ocupando el tercer lugar en el ranking de temporalidad, a una distancia considerable del resto de países europeos. Los cambios metodológicos introducidos por Eurostat han situado a los Países Bajos en el primer lugar, con una tasa del 27,7%. En las últimas posiciones se encuentran los países bálticos, cuyas tasas de temporalidad oscilan entre el 1,9% y el 2,8%», explican los expertos.
A pesar de la mejora en la incidencia de la contratación temporal en España, la estabilidad laboral no ha mejorado significativamente en otros aspectos. Por ejemplo, España sigue siendo el país de la Unión Europea que más trabajadores expulsa del empleo al desempleo anualmente, alrededor del 3% de los empleados, según datos de Eurostat, lo que está muy por encima del promedio comunitario.
Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, señaló que «la estabilidad en el empleo es un concepto multifacético. Si comparamos la tasa de temporalidad, vemos que la de España es aproximadamente la mitad que la de los Países Bajos, pero si observamos la transición del empleo al desempleo, la posición de España no ha cambiado y triplica la de los Países Bajos. Estas son definiciones complementarias y muy útiles para comprender la verdadera estabilidad del empleo».
Florentino Felgueroso, investigador de Fedea y experto en mercado laboral, afirmó que «una reforma laboral no es suficiente para cambiar los patrones de precariedad que hemos acumulado durante 40 años».
Uno de los aspectos destacados es la disminución de la temporalidad a favor del aumento de trabajadores con contratos fijos discontinuos, que son considerados contratos indefinidos, aunque los expertos piden más información sobre la duración real de estos contratos y sus períodos de inactividad.
Felgueroso resaltó que «desde la implementación de la reforma laboral se han firmado más de 3 millones de contratos fijos discontinuos. Sin embargo, la afiliación media se mantiene en torno a 500,000 trabajadores, lo que se debe a la corta duración de las altas y al hecho de que trabajan en sectores con alta rotación».
En este sentido, se solicita más información sobre el perfil de los trabajadores con este tipo de contrato para comprender si son personas vulnerables atrapadas en la precariedad o individuos que necesitan temporalmente este tipo de contrato, como estudiantes universitarios que trabajan como camareros durante el verano.
Sin embargo, en algunos casos, es probable que las personas tengan contratos fijos discontinuos porque no pueden encontrar empleos indefinidos a tiempo completo, lo que plantea la necesidad de analizar la involuntariedad en este tipo de contrato, al igual que se hace con los contratos a tiempo parcial.
Los trabajadores con contratos fijos discontinuos tienen una mayor seguridad en comparación con los temporales, ya que tienen derecho a una indemnización similar a la de los contratos indefinidos y acumulan antigüedad desde el día de la firma del contrato, incluso si trabajan solo unos pocos días al año. Sin embargo, esto puede incentivar a algunos a aferrarse a sus puestos de trabajo incluso si trabajan muy poco.
Además de un desglose de los perfiles, los investigadores continúan solicitando al Ministerio más información sobre el número de trabajadores con contratos fijos discontinuos que están inactivos cada mes, para obtener una comprensión más precisa de lo que llaman «el paro efectivo».