Más de 52.000 personas sin hogar en la ciudad más rica del mundo

La población de ‘homeless’, personas sin hogar y carentes de los mínimos recursos, que vaga por los barrios de Nueva York equivale al total de habitantes de capitales españolas como Cuenca, Segovia o Huesca. Durante el día, decenas de miles de indigentes piden limosna en las calles o buscan abrigo en distintos rincones urbanos. Y por las noches abarrotan los refugios para indigentes. Aunque su número va en aumento, nadie repara en ellos y su presencia parece formar parte del paisaje de la ciudad más rica del mundo.

Las estadísticas oficiales cifran en 52.261 los desamparados que pernoctan en albergues municipales y de distintas organizaciones humanitarias, a los que hay que sumar unas 3.000 personas que duermen en las calles bajo plásticos o cartones. Una cantidad enorme y creciente, que supone uno de cada 150 de los ocho millones y medio de habitantes de Nueva York. Y entre ellos se cuentan nada menos que 22.514 niños. Sin embargo la publicación de estos datos sobrecogedores por el ‘New York Times’ el pasado mes de febrero no produjo mayor escándalo social. Tanto los neoyorkinos como los turistas que invaden Manhattan se han acostumbrado a pasar cada día junto a centenares de ‘homeless’ sin prestarles atención, como si fueran invisibles.

Uno de los escenarios principales de la especulación inmobiliaria en la Gran Manzana es el viejo barrio de Bowery. Tras sufrir un profundo deterioro cincuenta años atrás, Bowery se ha transformado en lugar de moda, donde se han levantado algunos de los edificios de apartamentos más costosos de la ciudad. Pero los promotores inmobiliarios no han conseguido erradicar la presencia de indigentes de sus principales avenidas.