Tres millones de personas fallecen cada año por enfermedades causadas por su trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que cerca de tres millones de personas mueren anualmente en todo el mundo como consecuencia de su actividad laboral, siendo la mayoría de estas muertes provocadas por enfermedades relacionadas con el trabajo, una realidad que suele pasar desapercibida.

Aunque las cifras de fallecimientos debido a accidentes laborales son notables, como los más de 41,000 casos en España durante las últimas tres décadas, representan solo una fracción de las muertes vinculadas al trabajo. Según un informe reciente de la OIT, aproximadamente 330,000 trabajadores pierden la vida en accidentes laborales, mientras que una abrumadora mayoría del 89%, es decir, alrededor de 2.6 millones de personas, fallecen cada año a causa de enfermedades derivadas de su actividad laboral, como enfermedades circulatorias y cánceres, muchas veces sin ser registradas ni asociadas a su origen laboral.

Con datos de 2019, la OIT ha presentado el informe «Un llamado a favor de entornos de trabajo más seguros y saludables», revelando cómo la siniestralidad laboral afecta a nivel mundial. Se estima que aproximadamente 2.93 millones de trabajadores murieron debido a factores relacionados con el trabajo en 2019, lo que representa un aumento del 12% desde el año 2000.

Este aumento en la cifra de víctimas laborales se atribuye a diversos factores, como un aumento en la exposición a riesgos laborales no protegidos y cambios sociodemográficos, incluido un incremento del 26% en la población activa mundial en este período. Además, mejoras en las herramientas de diagnóstico han contribuido al aumento de casos detectados.

El informe destaca la desigual distribución de las muertes relacionadas con el trabajo por género, con una tasa de mortalidad masculina significativamente superior (108.3 por cada 100,000 personas en la población activa) en comparación con la femenina (48.4 por cada 100,000). Asia y el Pacífico registran la mayor mortalidad laboral a nivel mundial (63% del total) debido al tamaño de su población activa.

Además de las muertes, la OIT estima que más de 395 millones de trabajadores en todo el mundo sufrieron lesiones laborales no mortales en 2019, afectando su salud y provocando ausencias laborales.

El informe resalta que la mayoría de las muertes laborales, 2.6 millones, se deben a enfermedades relacionadas con el trabajo, más invisibles que los accidentes laborales y con una significativa subdeclaración de su origen laboral, lo que dificulta la compensación a las víctimas y la prevención de enfermedades laborales.

Entre los factores de riesgo laboral, las largas jornadas de trabajo (más de 55 horas semanales) fueron las más letales en 2016, causando la muerte a casi 745,000 personas en todo el mundo. La exposición a partículas, gases y humos, así como las lesiones en accidentes, también contribuyeron a un alto número de muertes.

Ante este panorama, la OIT destaca la necesidad de mejorar los marcos nacionales de seguridad y salud en el trabajo, promoviendo datos confiables, aumentando la inversión en esta área y mejorando los sistemas de gestión y prevención en los lugares de trabajo, adaptándolos a peligros específicos y considerando el impacto de las condiciones laborales en la salud física y mental de los trabajadores. En España, el gobierno se ha comprometido a actualizar la legislación de prevención de riesgos laborales, incluyendo la revisión del catálogo de enfermedades profesionales y el procedimiento de notificación de accidentes de trabajo.